Estudiar y trabajar al mismo tiempo requiere de mucho esfuerzo y de una organización de tiempos casi perfecta. Además, requiere de una planeación para lograrlo. Te sugerimos optar por la modalidad ejecutiva, que es más flexible con los tiempos para trabajar y estudiar al mismo tiempo.

Intenta encontrar un trabajo relacionado con tu especialidad

Si tienes suerte y la especialidad elegida en la universidad era de tu agrado, entonces la mejor solución sería encontrar un trabajo relacionado con ella.

A medida que busques, puede que te des cuenta de que otros puestos ofrecen más dinero. Y esto te pondrá en una situación difícil: ¿qué es mejor, un trabajo a tiempo parcial muy bien pagado que no tenga nada que ver con tu especialidad, o unas prácticas mal pagadas, pero en una empresa de ensueño?

Por supuesto, todo dependerá de tus prioridades en cada momento. Pero la experiencia de los estudiantes sugiere que trabajar en una profesión relacionada con los estudios es, en cierto modo, más fácil. Esto ayudará a adquirir contactos útiles en el ámbito profesional y a ganar la experiencia necesaria.

Y también te resultará más fácil negociar con los profesores el horario de visitas y será más interesante realizar tareas prácticas basadas en los conocimientos adquiridos en una empresa real.

Encontrar una empresa con un horario para trabajar conveniente

Puede haber muchas opciones: se trata del empleo estacional para el verano, durante las vacaciones, y del trabajo a distancia, que te permite no ir a la oficina y trabajar con un horario flexible. Por ejemplo, con la posibilidad de ir al turno en determinados días u horas.

Lo más probable es que a veces sigas cayendo en el proceso de aprendizaje, lo principal es intentar que esto ocurra lo menos posible.

Tómate un descanso antes de la sesión de exámenes

La preparación de los exámenes es una búsqueda aparte. Ten en cuenta que durante este periodo lo más probable es que tengas que dedicar más tiempo a la universidad: terminar las “colas”, hacer tareas adicionales, reforzar la teoría. No será fácil encajar todo esto en tu horario habitual. Sobre todo si también hay trabajo.

Tomarse un tiempo libre o unas vacaciones es una buena manera de concentrarse sólo en los estudios, prepararse bien y, al mismo tiempo, ¡no quedarse sin dormir!

Mantén buenas relaciones con tus compañeros al estudiar y trabajar

Sobre todo si faltas a menudo a clase. Los compañeros de clase te ayudarán a recordar los deberes y a compartir las noticias de la universidad. Además, puedes hacer proyectos conjuntos con ellos delegando algunas de las tareas.

Y no olvides consultar regularmente el chat de tu grupo. Así no te perderás la distribución de temas para los informes, el calendario de exámenes y los comunicados de los profesores con las notas preliminares del semestre.

Elabora un horario e intenta cumplirlo.

Al mismo tiempo, es conveniente dedicar un poco de tiempo cada día a hacer los deberes. Que sea media hora, pero con regularidad. Cuánto tiempo y cuándo exactamente depende de tus capacidades.

Por ejemplo:

  • 08:00-14:00 – clases
  • 15:00-19:00 – trabajo
  • 19:30-20:00 – deberes
  • 20:30-22:00 – reuniones con amigos o aficiones.

Si asistir a clase y hacer los deberes todos los días no es realista, intenta encontrar al menos un par de horas para ello durante la semana.

Y trata de convertirlo en una regla: a una hora sólo haces trabajo, y a otra – sólo estudias. Así podrás mantener la concentración e implicarte al máximo en el proceso.

No intentes ser perfecto

Equilibrar trabajo y estudio es un reto en sí mismo. Y si al mismo tiempo lo asume un perfeccionista, es poco probable que pueda evitar el agotamiento y la fatiga.

Por lo tanto, trata de no ponerte estándares demasiado altos y no intentes hacer todas las cosas a la vez.

No olvide descansar después de estudiar y trabajar

No olvides que fuera del trabajo y el estudio también hay muchas cosas interesantes. El descanso te ayudará a restaurar el recurso y a ganar fuerzas para conquistar las cimas.

Y para no sentir remordimientos, puedes incluso añadir un hueco de descanso a tu agenda. Tal vez así lo percibas como una tarea que hay que completar.

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