Terminar la preparatoria y entrar a la universidad es un momento sumamente emocionante pero también un poco aterrador. Después de todo, la universidad y carrera que escojas será determinante en tu futuro, así que debes asegurarte de hacerlo bien (aquí te dejamos algunos consejos que podrían ayudarte). Además de todas estas presiones, los estudiantes que esperan continuar con su educación superior deben tener en cuenta los costos y calcular muy bien la inversión que deberán hacer para su universidad. Las becas son siempre una gran opción, pero no siempre están disponibles para todos, así que es importante tener otras opciones, como un préstamo para estudiantes. Puede sonar riesgoso conseguir un financiamiento, pero aquí te contamos todas las razones por las que es una buena idea, así puedes decidir si funciona para ti.

Los pagos empiezan mucho después

Todos hemos escuchado historias del terror sobre créditos estudiantiles que abruman a recién egresados que ni siquiera han logrado conseguir un trabajo. Pero no tiene por qué ser así, de hecho, si planeas bien tu préstamo para estudiantes, empezarás a pagar cuando tus ingresos ya sean lo suficientemente estables como para cubrirlos, sin intereses abrumadores.

Puedes hacer combinaciones

Además, no tienes que cubrirlo todo con préstamos para estudiantes. Puedes obtener estos y además un porcentaje de beca cuyo costo no tendrás que cubrir después. Así, puedes crear un plan que se ajuste a tus necesidades y prospectos. Por otro lado, encontrarás que existe una amplia variedad de programas, así que seguro encuentras más de uno que se ajuste a tus planes.

Como ves, tener un préstamo para estudiantes no es vender tu alma, como te podrían haber querido hacer creer, de hecho, son una oportunidad excelente para estudiar tu carrera y abrirte un camino hacia el futuro que quieres. Aquí puedes consultar las becas y financiamientos disponibles y empezar a armar tus proyectos.